Para nosotros fue sorprendente la cantidad de aves que había por todos lados así como la confianza que mostraban; les dábamos de comer en nuestras manos. Por no hablar de la grulla que nos acompañó todo el recorrido.
Entre las aves que vimos había: cisnes, cormoranes, cigüeñas, cigüeñales, pavos reales, avocetas, flamencos, ibis escarlatas, fochas cornudas, buitres, cuervos, garzas...
Muy interesantes también el Centro de recuperación de aves en peligro de extinción, donde guardan los huevos en incubadoras para librarlos de los depredadores.
Destacamos asimismo la vegetación y dentro de ésta la gran variedad de cactus.
Es una visita que recomendamos a tod@s l@s niñ@s del cole.
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